Cuando vayamos a usar el hacha verifiquemos que a nuestro alrededor, y en un radio de aproximadamente 3 metros, no haya ninguna persona, dado que se puede desprender el hierro del cabo del hacha, por hallarse flojo, o también puede darse el caso de que se nos resbale el hacha de la mano, y de esta forma podrÃamos causar un accidente.
Al cortar ramas, utilizando el punto de apoyo, u otro tronco, siempre tengamos la precaución de no sostener el leño a cortar con nuestro pie, porque puede que demos un mal golpe con el hacha, y la misma termine justamente en la pierna o en el pie, produciéndonos un severo corte. Siempre que debamos usar el hacha trabaremos el leño a cortar con cuñas de madera o piedras del lugar, o con estacas que podamos llevar para ese fin.
Transportemos el hacha con su filo hacia el suelo, ya que si nos caemos en forma involuntaria, y la transportamos con el filo hacia arriba, podrÃamos caer sobre ella, produciéndonos una herida considerable.
Al transportar el hacha, siempre debe hacerse en su funda correspondiente, de cuero o tela gruesa, y colgada en el cinturón detrás de nuestra espalda, dado que es allà y de esta forma donde menos puede provocarnos accidentes.
Nunca dejemos el hacha tirada en el suelo, porque aparte de oxidarse, puede que alguien sin experiencia la encuentre y se ponga a jugar con ella, pudiendo producirse y producir un serio accidente. Cuando el hacha no se ha de utilizar, buscaremos un tronco seco, y allà deberá ser clavada con cuidado, junto a las otras herramientas de uso común en el campamento.
Nunca olvidemos que si somos buenos observadores, y sabemos convivir con la naturaleza, encontraremos a nuestro paso, infinidad de ramas caÃdas y secas, troncos viejos y secos, y restos que pueden utilizarse como leña. Siempre es bueno respetar a la naturaleza.