Cualquier salida de sangre de un vaso circulatorio se denomina hemorragia. Existen varios tipos de clasificaciones; sin embargo nos concretaremos a diferenciarlas en dos tipos:
Hemorragias de flujo: que son las que se deben a una herida que lesionó vasos sanguÃneos más o menos importantes.
Hemorragias capilares: son las que aparecen después de un "raspón" y se manifiestan como múltiples gotitas de sangre. Este tipo de hemorragia no requiere mayor atención que lavar la zona afectada con agua y jabón, aplicar un antiséptico (violeta de genciana, por ej.) y cubrirla con gasa estéril.
Las hemorragias de flujo requieren mayor atención:
1. Acuesta a la vÃctima para evitar que se desmaye. Para detener la hemorragia oprime firmemente la herida con un apósito de gasa estéril. Si el apósito se satura de sangre, pon uno nuevo directamente sobre el saturado y continua ejerciendo presión. Cuando la presión directa no da resultado, oprimir por encima y por debajo de la herida detiene el flujo de sangre en muchos casos.
2. Si la hemorragia es en un brazo o en una pierna y no puede contenerse por presión directa sobre la herida, prueba detener la circulación de la arteria que riega al miembro lesionado, oprimiéndola fuertemente con la palma de la mano o con los dedos contra el hueso de la zona (Punto de Presión). Hay cuatro puntos donde puede aplicarse la compresión arterial. Pero no lo intentes en heridas de la cabeza, el cuello o el tronco.
3. Cuando haya cesado la hemorragia, fija los apósitos en su lugar con vendas bien sujetadas, pero no tan apretadas que no se sienta el pulso por debajo de la herida o más allá de ello (no uses torniquetes).
Nunca trates la herida con las manos sucias; si un hombre adulto pierde más de un litro o un litro y medio de sangre puede ser muy peligroso.
Hemorragias nasales. La mayor parte de ellas son espontáneas y son fáciles de tratar: Haz que el enfermo se siente y permanezca quieto. Aplicar presión externa con los dedos. Haz que respire por la boca. Si la hemorragia no cesa, introduce en cada fosa nasal un tapón de gasa estéril humedecida, dejando afuera un extremo de cada tapón para poder sacarlo después fácilmente.